En los últimos años, el derecho laboral en México ha experimentado una profunda transformación. La reforma de 2019 a la Ley Federal del Trabajo (LFT) introdujo el modelo de conciliación prejudicial obligatoria como requisito antes de acudir a los tribunales laborales. Este cambio busca no solo reducir la carga procesal, sino también promover un sistema más humano y eficiente en la resolución de conflictos laborales.
En este contexto, la justicia restaurativa se presenta como un paradigma aplicable, pues sus principios de diálogo, reparación y participación ofrecen un marco idóneo para la conciliación laboral.
Principios básicos de la justicia restaurativa
De acuerdo con Gallegos Álvarez (2019), la justicia restaurativa se sustenta en tres principios esenciales:
1. El delito o conflicto causa daño a las personas y a las comunidades.
Se reconoce que un conflicto no es solo una transgresión normativa, sino que genera un daño personal, social y, en ocasiones, institucional.
2. La justicia busca reparar ese daño.
Más allá de sancionar, el objetivo es restaurar las relaciones, aliviar las consecuencias negativas y promover la reconciliación.
3. Las partes deben participar activamente en el proceso.
La solución no se impone de manera vertical, sino que se construye colectivamente a través del diálogo entre las personas involucradas.
Estos principios implican un cambio de perspectiva: la justicia deja de concebirse únicamente como castigo y se orienta hacia la reparación, la comprensión de las causas del conflicto y la construcción de soluciones que satisfagan a ambas partes.
Aplicación al procedimiento de conciliación laboral
La conciliación laboral comparte con la justicia restaurativa la búsqueda de acuerdos mediante el diálogo asistido por una figura imparcial. Los conciliadores laborales, al igual que los facilitadores restaurativos, cumplen un papel esencial: no deciden por las partes, sino que generan un espacio de comunicación para que trabajadores y empleadores encuentren soluciones que beneficien a ambos.
Algunos ejemplos de cómo se aplican los principios restaurativos en la conciliación laboral son:
- Reconocimiento del daño: se da voz al trabajador que sufrió la afectación (por ejemplo, por despido injustificado o incumplimiento de prestaciones) y se reconoce la posición del empleador.
- Reparación del daño: la solución no solo es económica; puede incluir el reconocimiento de derechos, la emisión de constancias laborales o la reinstalación en el empleo.
- Participación activa: ambas partes dialogan, exponen sus razones y buscan un acuerdo voluntario, sin imposiciones externas.
Así, el procedimiento de conciliación se convierte en un espacio donde no solo se resuelven conflictos, sino que también se fortalecen las relaciones laborales y se fomenta una cultura de paz en el ámbito del trabajo.
Humanización de la ley en el nuevo modelo laboral
Con la creación de los Centros de Conciliación Laboral y los Tribunales Laborales, la Ley Federal del Trabajo avanzó hacia un sistema más accesible, rápido y humano. A diferencia de las antiguas Juntas de Conciliación y Arbitraje, el nuevo modelo coloca a la persona en el centro del procedimiento y prioriza la resolución pacífica.
Este giro responde a la tendencia de “humanizar la ley” (Gallegos Álvarez, 2019), entendida como el esfuerzo por integrar dimensiones emocionales, psicológicas y sociales en la justicia. En materia laboral, esto se traduce en:
- Procesos más breves y menos burocráticos.
- Mayor atención a las necesidades reales de las partes.
- Promoción de acuerdos voluntarios y no de resoluciones impuestas.
- Reducción de la conflictividad laboral y fortalecimiento del tejido social.
En suma, la justicia laboral mexicana, al incorporar la conciliación como etapa esencial, se acerca a la filosofía restaurativa al privilegiar el diálogo sobre la confrontación.
Conclusiones
La justicia restaurativa ofrece principios que enriquecen la conciliación laboral: reconocimiento del daño, reparación y participación activa de las partes.
El nuevo modelo de justicia laboral en México, al humanizar la ley y colocar el énfasis en la conciliación, refleja estos valores. Más que un mecanismo de trámite, la conciliación es hoy un espacio de construcción de acuerdos que favorecen tanto a trabajadores como a empleadores, impulsando un derecho laboral más justo, humano y restaurativo.
Referencias
Gallegos Álvarez, H. U. (2019). *Justicia restaurativa: herramienta de paz y técnica terapéutica*. Hechos y Derechos, (54). Recuperado de [https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/hechos-y-derechos/article/view/14092]
Ley Federal del Trabajo \[LFT]. (2021). Diario Oficial de la Federación. Última reforma publicada el 1 de mayo de 2019.